sábado, 12 de marzo de 2011

Porque nada acaba del todo, tras cada imagen o tras cada frase quedan puntos suspensivos en el aire… Flotan las sensaciones que percibimos cuando las hacemos nuestras, y viajan desde los ojos directas al corazón o a las entrañas. Permanecen libres, a la espera de destinatario, como aquella mirada que no nos atrevimos a posar en el otro o aquellas palabras escritas únicamente con la tinta de nuestros sentimientos.

Los puntos suspensivos son la representación de lo que deseamos y callamos, lo que imaginamos más allá de lo que vemos, lo que amamos y ocultamos a los demás y a nosotros mismos.

Son la comunicación del silencio, la puerta de nuestra imaginación, de los sueños.
No hay puntos y aparte en la vida, todo lo que dejamos atrás permanece en el recuerdo y resurgirá antes o después. Dejemos esos puntos suspensivos como una flecha en la dirección de la esperanza, del futuro.