Los puntos suspensivos son la representación de lo que deseamos y callamos, lo que imaginamos más allá de lo que vemos, lo que amamos y ocultamos a los demás y a nosotros mismos.
Son la comunicación del silencio, la puerta de nuestra imaginación, de los sueños.
No hay puntos y aparte en la vida, todo lo que dejamos atrás permanece en el recuerdo y resurgirá antes o después. Dejemos esos puntos suspensivos como una flecha en la dirección de la esperanza, del futuro.